Stanley Milgram

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El Experimento de Obediencia de Stanley Milgram

El Experimento de Obediencia de Stanley Milgram es reconocido como uno de los estudios más controvertidos y reveladores en el campo de la psicología social. Realizado en la década de 1960, este experimento buscaba comprender cómo las personas pueden llegar a obedecer órdenes que contradicen sus propios valores y principios éticos.

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El contexto histórico

En un período marcado por los juicios de Núremberg y el descubrimiento de atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial, Stanley Milgram se propuso investigar si las personas serían capaces de realizar actos inhumanos bajo la influencia de una autoridad.

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El experimento consistía en que un participante, el "maestro", debía administrar descargas eléctricas a otro participante, el "aprendiz", cada vez que este último respondiera incorrectamente a una pregunta. Aunque las descargas no eran reales, el maestro creía que lo eran.

Los resultados sorprendentes

Los resultados del experimento fueron sorprendentes. A pesar de las súplicas y gritos de dolor del aprendiz, la mayoría de los participantes continuaron administrando las descargas en obediencia a la autoridad del experimentador. Incluso cuando el aprendiz parecía estar en peligro de muerte, muchos participantes dudaron pero siguieron adelante.

Estos hallazgos revelaron la capacidad de las personas para obedecer órdenes incluso cuando estas contradecían sus propios valores. La obediencia a la autoridad se convirtió en el foco principal del experimento, demostrando que las personas pueden ser fácilmente influenciadas por figuras de autoridad.

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Implicaciones y críticas

El Experimento de Obediencia de Stanley Milgram generó un intenso debate ético y científico. Muchos argumentaron que el estudio era demasiado estresante para los participantes y que infringía principios de ética en la investigación.

A pesar de las críticas, el experimento sigue siendo relevante en el campo de la psicología social. Ha ayudado a comprender mejor cómo se puede manipular la obediencia a través de la autoridad y ha destacado la importancia de la responsabilidad individual en situaciones similares.

En conclusión, el Experimento de Obediencia de Stanley Milgram ha dejado un impacto duradero en la comprensión de la psicología humana. Nos ha recordado que todos somos susceptibles a la influencia de la autoridad y nos ha instado a reflexionar sobre nuestros propios valores.

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